El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes una orden ejecutiva para designar el fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína, como «arma de destrucción masiva». «No hay ninguna bomba que esté haciendo esto. 200.000, 300.000 personas mueren cada año, como sabemos», afirmó el presidente, en referencia a las decenas de miles de muertes que los opioides provocan cada año por sobredosis. La designación, que los republicanos calificaron de «histórica», amplía enormemente la capacidad del Gobierno de Estados Unidos para hacer frente a los opioides sintéticos, según los medios de comunicación.
«Esta dura acción desata todas las armas contra los cárteles y las redes extranjeras responsables del flujo de tráfico de personas y de drogas, responsable de la muerte de estadounidenses de entre 18 y 45 años», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
La firma de la orden ejecutiva es un paso más para fortalecer la política antidrogas en la que está inmersa la Administración Trump desde que Trump regresó a la Casa Blanca. Una de las principales áreas de atención ha sido atacar al ejército mexicano, que en febrero designó como organización terrorista extranjera, una medida que ha generado controversia sobre el fin de la presencia militar estadounidense en México.
ACTUALIZACIÓN: El presidente Trump acaba de anunciar que el FENTANILO es un ARMA DE DEMOSTRACIÓN.
Esta dura división está sacando a relucir todas las herramientas para luchar contra los cárteles y las redes extranjeras que son responsables de la avalancha de drogas ilegales, que matan a estadounidenses de entre 18 y 45 años. pic.twitter.com/C9YXC53kzK
– Casa Blanca (@Casa Blanca) 15 de diciembre de 2025
El gobierno mexicano ha rechazado categóricamente esta posibilidad; Washington lo ha negado, aunque está tomado de la mano. «Si quieren ayuda, tienen que pedirla», dijo el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Y agregó: «Estamos dispuestos a darles todo el apoyo que necesiten. Obviamente no quieren que interfiramos. No tomaremos ninguna medida unilateral ni enviaremos tropas estadounidenses a México».
Pero México no ha sido el único objetivo en la lucha contra el narcotráfico. El gobierno estadounidense también ha centrado su atención en las aguas del Mar Caribe, donde más de 80 personas han muerto en varios ataques lanzados por el ejército contra barcos sospechosos de narcotráfico. Varios congresistas demócratas ya han advertido de la posibilidad de que una de las acciones, ordenada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, pueda violar las normas internacionales y ser considerada un crimen de guerra. Trump ha confirmado que «pronto» se reanudarán los ataques terrestres en el marco de la «campaña contra el narcotráfico».