
Los concejales asuncenos, de distintas bancadas, coincidieron en señalar que, para salir de la crisis financiera dejada por el intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista), primero hay que pagar las deudas que su gestión dejó vencer. Humberto Blasco (PLRA) dijo que hay que regularizar el pago de bonos y préstamos antes que termine el año, o las consecuencias para la municipalidad serían aún más graves.
“Llegar al 2026 sin haber cancelado esta deuda va a complicarnos aún más, porque van a sumar los cupones que van venciendo y otras cuotas bancarias y eso nos expone a demandas nacionales e internacionales, y por supuesto, a la afectación de patrimonio que pueden ser de algún modo prenda los acreedores”, remarcó Blasco.
A estas medidas, que considera fundamentales, Blasco sumó la necesidad imperiosa de que la Municipalidad aplique medidas para recortar gastos superfluos y mejorar la recaudación, sin que eso implique un aumento de impuestos. “Se va a tener que poner todo el empeño necesario para ahorrar costos y para lograr juntar la plata que necesitamos para abonar los atrasos y a partir de ahí sentarnos con los acreedores a renegociar los vencimientos de intereses y del capital”, remarcó.
Hay que asegurar el pago de capital, dijo
Blasco señaló que la urgencia por acelerar el proceso de regularización de los pagos también debe ser acompañada por la creación de un fondo que permita garantizar el pago de las cuotas de capital.
“Aquí tomamos deuda, pero nosotros no vamos ahorrando para honrar la deuda. Lo que se tiene que hacer también es crear un fondo fiduciario donde vamos depositando las partidas que en el 2035 van a ser reclamadas”, agregó.
Blasco propuso aprovechar que los plazos están establecidos «en favor del deudor, para que uno vaya construyendo el capital necesario para honrar la deuda, no para que vos esperes que lleguen los vencimientos”, enfatizó.

El concejal agregó que eso podría hacerse mediante pequeños ahorros programados que no signifique un impacto importante para el flujo de caja de la comuna, los servicios o los bienes.
Nenecho no puede volver, dice Grau
El concejal Álvaro Grau (PPQ) coincidió en la necesidad de renegociar lo antes posible las deudas de la comuna y agregó que para “salir del pozo”, es necesario que Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR- cartista) no regrese a la Intendencia una vez que culmine la intervención, iniciada el 24 de junio. “Si queremos recuperar lo que queda de institución municipal, de ciudad, este tipo no puede más volver a la institución”, remarcó.
Para el concejal opositor, la gestión de Rodríguez destruyó la credibilidad que tenían los ciudadanos en la Municipalidad e insistió en que se declare, por ley, la quiebra de la comuna y que la ley lleve el nombre del actual intendente. Remarcó la necesidad de que el próximo jefe comunal cambie el modelo de gestión, en el que, afirmó, se gasta más en intereses y en sueldos que en la inversión en obras.

Grau acusó a Rodríguez de haber convertido la Municipalidad en un circo en el que “él repartía cargos y cupos políticos a sus amigotes. De una buena vez, en el 2026 la ciudadanía tiene que elegir a alguien que ponga esto en condiciones y que se acaben los cupos políticos, las amantes, los parientes y que se ponga a la ciudadanía y la ciudad en la prioridad”, enfatizó.
Hay que mejorar la gestión, dice Pintos
Por su parte, el concejal Javier Pintos (ANR-cartista), dijo que además de renegociar las deudas, hay que mejorar la gestión de cobranza de tributos. “La Municipalidad tiene un altísimo potencial para mejorar la recaudación, combatiendo la evasión y la morosidad, que son altísimas”, admitió.
Pintos señaló que otras alternativas, como una nueva Ley de Capitalidad no puede ser considerada como una solución inmediata, dado que la ley no está aprobada.

El concejal oficialista agregó que el uso de esos fondos, además, podrían estar condicionados a la inversión y no podrían utilizarse para pagar deudas ya contraídas y, mucho menos, gastos corrientes.
Crisis financiera
Al ser apartado temporalmente del cargo, Óscar “Nenecho” Rodríguez dejó bonos, préstamos y otras obligaciones, vencidas y por vencer en julio, por más de US$ 19 millones. A esto se suman los US$ 6,7 millones que, en promedio, se destinan mensualmente a los salarios. Para hacer frente a estas obligaciones, la comuna tiene este mes, apenas US$ 5 millones, confirmó a ABC el director interino de Administración y Finanzas, Víctor Gamarra Popoff.
Solo en préstamos por déficit temporal de caja, al 21 de julio vencieron G. 65.366 millones, en cuotas con los bancos GNB, Continental y Basa. En bonos, la cifra alcanza los G. 50.334 millones, por cuotas de mayo, junio (G8 series 1 y 2) y julio (G9 y G6 serie 3).
A las obligaciones financieras se suman deudas con la Caja de Jubilaciones y Pensiones del Personal Municipal, por G. 14.270 millones y con la Asociación de Funcionarios de la Municipalidad de Asunción (Afuma), por G. 7.900 millones. Al martes, Gamarra Popoff aseguró que la disponibilidad en caja no alcanzaba siquiera para los salarios, cuya fecha tope para pagar es el 4 de agosto.

El director interino también contó que Rodríguez dejó saldos en compra de combustible por G. 2.700 millones, de los cuales la intervención pagó ya G. 1.700 millones. También se dejaron pendientes pagos a proveedores de obras, como la del desagüe pluvial del Abasto (cuenca Itay). La contratista, el Consorcio Pluvial Abasto, planteó un avenimiento ante la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), sin que haya llegado a un acuerdo con la comuna, por lo cual podría judicializar el cobro.
La intervención
El 24 de junio, Carlos Pereira asumió como interventor de la Municipalidad de Asunción, apartando temporalmente del cargo al intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista). La intervención, aprobada por la Cámara de Diputados, había sido solicitada por la Contraloría General de la República (CGR).

El órgano contralor confirmó, entre otras cosas, el desvío de G. 500.000 millones de bonos que eran para obras, emitidos bajo la administración de Rodríguez. La maniobra había sido denunciada por ABC y la CGR también derivó el caso a la Fiscalía, que mantiene una carpeta de investigación abierta.
Rodríguez, además, está imputado por lesión de confianza y asociación criminal en la causa conocida como de los “detergentes de oro”, por compras en pandemia, en las que la Fiscalía estima un perjuicio de otros G. 1.850 millones.
El interventor, Carlos Pereira, había señalado la semana pasada que a su llegada a la comuna, encontró un activo disponible de apenas G. 46.000 millones para hacer frente a un pasivo de G. 2,3 billones. Entre otras revelaciones, Pereira dijo que en su análisis, confirmó como la CGR el desvío de G. 500.000 millones de los bonos para obras que se usaron para pagar gastos corrientes, entre ellos, salarios.