
Monseñor Pedro Collar Noguera, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este, publicó una carta pastoral titulada “Juntos podemos-Oñondive ikatu” para reflexionar sobre los desafíos sociales y espirituales que enfrenta la comunidad, especialmente los adolescentes y jóvenes del Alto Paraná. “Hay hogares y comunidades que atraviesan sufrimiento e incertidumbre, siendo afectados directamente los adolescentes y jóvenes”, expresó Collar.
El obispo aborda problemáticas que aquejan al departamento de Alto Paraná, como la desaparición de personas, la drogadicción, la violencia intrafamiliar, los suicidios juveniles y los conflictos en las familias.
Monseñor Collar pide una acción colectiva para iniciar proceso de fortalecimiento de la inteligencia emocional, la autoestima y la capacidad de afrontar con valentía las adversidades.
Llama a crear entornos protectores y de apoyo, para trabajar sobre la fortaleza emocional y promover una comunidad más empática. “Es necesario revisar y reorientar la incoherencia de vida de los adultos, que crea crisis profundas en los niños y jóvenes afectando su propia identidad. Quizás aquí resida el obstáculo más grande en la educación moral: ellos nos exigen un testimonio auténtico, y a menudo decepcionamos sus expectativas y confianzas”, puntualiza el prelado en su carta.
A los padres les recuerda la importancia de una comunicación sincera con sus hijos, y pide especialmente a las madres ser “luz en la oscuridad”, guías amorosas en tiempos de confusión y sufrimiento.
Asimismo, insta a los centros educativos a crear ambientes seguros e inclusivos, donde cada estudiante se sienta valorado.
En la carta, propone realizar charlas y crear espacios de escucha. Mencionó que en el Obispado está activo desde noviembre pasado el Equipo de Escucha de la Pastoral del Cuidado y pidió a los párrocos que con sus respectivos Consejos Pastorales conformen un equipo pastoral interdisciplinario para acoger, escuchar y acompañar a las personas vulnerables.
Monseñor Collar propone que cada comunidad organice una jornada de ayuno y oración por la alegría de los jóvenes, por el diálogo en las familias y por la paz mundial.