Gremios promueven tecnologías para anticiparse al daño en el asfalto

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Las innovaciones en el ámbito de las carreteras, un tema de interés para los distintos países de Latinoamérica incluido Paraguay –donde solo el 13,5% de la red vial es asfaltada– apuntan a anticiparse al deterioro mediante sistemas inteligentes que permiten detectar fisuras o deformaciones antes de que se conviertan en daños mayores.

Así lo explicó a la prensa el Ing. Paul Sarubbi Balansa, presidente del Congreso Ibero-Latinoamericano del Asfalto (CILA) 2025, a desarrollarse este mes en Asunción. “No se trata solo de arreglar cuando ya está todo roto, sino de prevenir”, dijo.

Explicó que estas tecnologías combinan sensores, inteligencia de datos y mantenimiento planificado, lo que permite extender la vida útil del pavimento y optimizar los recursos públicos y privados.

“La información que brindan los nuevos sistemas de auscultación, combinada con un enfoque de mantenimiento planificado, permite alargar la vida útil de una ruta y reducir los costos a largo plazo”, enfatizó.

Remarcó que, en ese sentido, el Congreso será una oportunidad para conocer los últimos avances en auscultación vial, el proceso técnico que evalúa el estado y el comportamiento estructural y funcional del pavimento sin necesidad de destruirlo.

La falta de camino de todo tiempo es una queja generalizada en el interior del Paraguay, pues afecta a nivel social y económico a toda la población.

IA y Big Data para identificar deterioro de red vial

El ingeniero destacó, por ejemplo, los vehículos equipados con sensores, GPS y sistemas de comunicación que recopilan y transmiten información en tiempo real sobre el estado de las rutas mientras circulan.

También se presentarán herramientas basadas en inteligencia artificial y Big Data, que procesan los datos para identificar patrones de deterioro, anticipar fallas y planificar mantenimientos preventivos, contribuyendo así a una mejor gestión y priorización de las inversiones viales.

“Paraguay ya ha dado pasos importantes, por ejemplo, en el control de calidad de obras, en la capacitación de técnicos y en el uso de mezclas modificadas.

Pero todavía hay mucho por avanzar. El Congreso justamente busca acercar esas herramientas a los decisores técnicos y políticos”, subrayó.

CILA llega a Paraguay el 17 de noviembre.
CILA llega a Paraguay el 17 de noviembre.

CILA 2025, en Asunción

Se prevé desarrollar del 17 al 21 del mes en curso en el Centro de Convenciones de la Conmebol. Allí se darán a conocer los avances más recientes en auscultación vial digital, vehículos conectados, uso de sensores, asfaltos de alto desempeño, reciclado en caliente y frío, entre otros.

Especialistas de más de 20 países se reunirán para evaluar el rendimiento y la vida útil de los pavimentos, compartir experiencias y plantear alternativas que contribuyan a optimizar la calidad de las rutas en países de Iberoamérica. “Vendrán experiencias muy concretas de países como Brasil, México, España, Argentina y Colombia.

Muchos de ellos han logrado mejoras notables en durabilidad, seguridad y gestión vial a través de sistemas inteligentes de monitoreo, políticas integradas y una mayor inversión en conservación”, adelantó.

El congreso también convocará a ministerios, universidades, constructoras, asociaciones técnicas y organismos multilaterales, con el propósito de construir una agenda conjunta para mejorar la calidad y sostenibilidad de las rutas.

Sarubbi insistió en que las conclusiones del encuentro deben traducirse en políticas públicas sostenibles, con presupuestos previsibles, controles más rigurosos y planificación de largo plazo.

Ing. Paul Sarubbi B.
Presidente del Congreso XXIII CILA.
Ing. Paul Sarubbi B.
Presidente del Congreso XXIII CILA.

Tecnología sin decisión, no sirve

“Queremos que el Congreso deje capacidad instalada. Que deje conocimiento, que sirva como una gran aula de actualización para nuestros profesionales, y también como una mesa de acuerdos. Porque de nada sirve tener tecnología de punta si no hay decisión para aplicarla. Este encuentro debe ayudarnos a alinear a todos los actores en una visión moderna y sostenible de nuestras rutas”, refirió.

Recordó además que cada bache es un punto de riesgo, ya que retrasa los tiempos de viaje, incrementa el desgaste de los vehículos y, de forma silenciosa, conlleva también un coste que afecta a la logística del país.

“Cuando una ruta pierde su capacidad funcional, la conectividad se resiente, y eso impacta en toda la cadena productiva, desde la salida de los productos del campo hasta la llegada a los mercados”, puntualizó.

Si bien el agua que penetra en las capas del pavimento, la falta de mantenimiento adecuado o las fallas en la construcción inicial inciden en el deterioro del asfalto, el principal problema de las rutas paraguayas sigue siendo el tránsito de vehículos con cargas superiores a las permitidas, que afecta directamente la vida útil del pavimento.

“En Paraguay, este es un tema que requiere control efectivo y coordinación entre las autoridades y el sector transportista”, acotó.


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