
VILLA FLORIDA, Misiones. Catalino Velázquez, olero de profesión, cría a sus tres hijos de 15, 10 y 4 años gracias al oficio que desempeña desde la infancia. Asegura que ser padre representa un gran sacrificio, pero lo sobrelleva con amor y responsabilidad.
La olería es una de las actividades más comunes en esta ciudad del departamento de Misiones. Catalino Velázquez de 37 años relata que su padre le inculcó este oficio desde los ocho años como una forma de salir adelante con esfuerzo y dignidad, sin necesidad de mendigar ni caer en el delito.
El mismo manifiesta que tiene tres criaturas, de 15, 10 y 4 años, y que ser padre para él es un gran sacrificio, ya que no quiere que les falte nada a sus retoños.
“El trabajo de olería me permite mantener a mi familia. Ser papá es un sacrificio, pero luchamos día a día para que a nuestros hijos no les falte nada. Gracias a Dios, con este humilde trabajo nunca les ha faltado lo esencial”, expresó.
“Uno como padre va viendo todas las necesidades en el hogar, pero con amor y responsabilidad familiar se puede salir adelante. Además de la mantención, lo más importante es darles educación y valores”, afirmó.