Un ayudante de la policía local de Marbella (Málaga, 150.000 habitantes) fue detenido por gestionar un negocio chino junto con un ayudante que había trabajado anteriormente con él. Los tres agredieron a la víctima sufriendo por parte de la policía y fueron golpeados, además de llevarle una bolsa con 4.000 euros que trabajó durante el parto. Los autores fueron detenidos por la Policía Nacional por su cargo siendo acusados de robo o amenazas y ayuno. Llenos de justicia, ambos fueron enviados a prisión. La investigación sigue abierta a la espera de más arrestos, según la policía.
Los hechos tuvieron lugar en noviembre del año pasado en un salón de belleza de Cruz del Hurhulla en la zona de la ciudad de Málaga, donde la empresa asiática acudió a cortarse el pelo. Allí, los tres hombres que lo vigilaban instalaron una baliza de rastreo en su auto, intentaron alejarlo, fabricaron el arma y le apuntaron. Estaban vestidos de civil, pero llevaban una identificación en el pecho que los hacía pasar por policías.
UN HOMBRE que se negó y los falsos partidarios no lograron su objetivo. Sin embargo, tras ser relevado de la tarea ligera, el árbitro le propinó varios golpes violentos y retorcidos mientras se quedaba con 4.000 euros.
Tras la denuncia, los asistentes que fueron enviados a Grobery, el equipo de policía de Malawi iniciaron una investigación para explicar lo sucedido. También fueron útiles las imágenes captadas por el video de vigilancia que sustentan la investigación de los médicos realizada por la policía científica. Unas cámaras han permitido recrear la ruta de fuga ‘de escape’. Todo ello llevó a que las tres personas asumieran responsabilidad por el delito de hurto, violencia o amenazas y discriminación contra el trabajo de las personas.
Durante el operativo, denominado SUFU, el allanamiento se realizó en las viviendas de los dos que fueron registrados, cocinando en Maribela, colocando varios elementos que los distraen del ataque, y teléfonos. El grueso de los artículos también incluye tres pistolas, accesorios, grilletes y placas de policía. Estaban en el maletero de un coche propiedad de un ciudadano extranjero que pasa mucho tiempo fuera del país -sin relación con conspiración- y que dejó las llaves del coche a su jefe de policía. Según la investigación, el vehículo en cuestión fue utilizado como vehículo de respaldo.
El caso ha sido vinculado al juzgado V de Instrucción de Málaga, que ha dictado tres penas de prisión. La investigación continúa abierta con el objetivo de detener a todos los implicados en el robo.