
La llamada “aplanadora del bien común” del cartismo, según el nombre que le dio el presidente Santiago Peña, pisoteó la oportunidad de evitar que la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci), manejada por el cartismo, siga realizando cobros compulsivos a contribuyentes de todos los municipios del país para manejar millonarios fondos sin control. Opositores lamentaron que se mantenga el “fato” de una “oenege manejada por los colorratas”, que solo por registros recauda G. 20.000 millones al año y que fue protegida por la “Comisión Garrote”. Si bien no pudieron archivar, lo congelarían.
La “aplanadora” cartista en Cámara de Diputados estuvo a punto de rechazar el proyecto de ley “que establece la eliminación de la intermediación de la Opaci en la expedición de licencias de conducir y en los procesos relacionados a bienes y raíces”. El proyecto pretendía cortarle a esta “oenegé amiga” del cartismo el chorro con millonarios fondos mediante descuentos a mansalva a costa del contribuyentes. Opositores dejaron sin quórum la sesión para evitar el archivamiento, pero igual el proyecto sería cajoneado.
De esta manera, el cartismo permitirá que en cada municipio se siga cobrando a contribuyentes por la gestión de registro de conducir y trámites como las transferencias de propiedades o hipotecas sin ninguna retribución y sin control del uso de esos fondos.
Primeramente, el diputado cartista Néstor Castellano, a favor del rechazo, dijo que, supuestamente, si se quería acabar con Opaci, esa no era la manera y pidió el rechazo.
“Opaci es lo más turbio que existe en el país”, dijo la diputada Rocío Vallejo (Partido Patria Querida), que dijo entender la defensa de los cartistas que manejan esta oenegé, y que solamente en los registros recauda G. 20.000 millones al año y por ello, lógicamente, no renunciarían a un negocio redondo.
Vallejo también dijo que Opaci incluso ofendió a la Cámara de Diputados al negar información sobre el manejo de sus fondos y que por ello pidió que sea investigada por la llamada “Comisión Garrote” del cartismo, que obviamente, al ser “oenegé amiga”, no hizo nada.
El diputado Raúl Benítez (Independiente) también calificó a Opaci como “el Disney, el parque de diversiones de la corrupción” y pidió aprobar el proyecto. También le pidió a sus colegas sincerarse, sobre todos aquellos que tenían conflicto de intereses.
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