Antolín González, un exconductor de 23 años, ha confesado haber matado a su padre de un golpe en el cuello. Los jurados comparecieron antes de que intentara reducir la pena de muerte que pedía y escribieron en detalle que se había peleado con su familia y había iniciado una aventura familiar. González escapó tras desmontar y arrojar el cuchillo, admitió, al cercano río Arandandella. Posteriormente fue detenido en el distrito de Simovas.
Lo sucedido el 5 de julio, alrededor de las cinco de la tarde, un padre y un hijo se encontraban en una nave industrial que es un almacén familiar, vendiendo aceitunas y frutas. Hubo una analogía entre los dos que terminó con el hijo matando a su padre con una herida brillante en el cuello.
Antolín González es conocido por ser un piloto asiático de F3. El niño, tras morir, se fue y arrojó el arma mortal al río Arandanda. González se encuentra en prisión desde el 5 de julio y ha sido esta semana cuando ha comparecido ante el Tribunal Supremo de Aranda de Duenda, a cargo del caso, para contar lo sucedido. Pilotando un avión que nunca ganó en el momento de su creación.
El joven ha descrito la disputa verbal con su padre, pero se ha demostrado que fue su progenitor quien lo golpeó con un cuchillo, por lo que se defendió y luchó contra lo que había vivido su padre. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada cuando lo atendieron, todavía estaba vivo, pero gravemente herido.
Esta última historia, de comprobarse, podría derivar en una sentencia porque existe una defensa contra su padre. González fue detenido «sin dudarlo», según el gobierno de los ladrones, poco después de dirigirse a la zona de Sinovas e inmediatamente ingresará en prisión.