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Con el relanzamiento del programa habitacional “insignia” del Gobierno, bajo la denominación de Che Roga Porã 2.0, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) tiene la “ambiciosa” meta de financiar más de 1.000 viviendas por al menos US$ 40 millones este año, a partir de la dinámica que esperan se genere con las nuevas modalidades para la construcción, adquisición, refacción o ampliación de viviendas.

El plan original solo permitía la adquisición de viviendas en desarrollo, conocidas como “en pozo”, que logró hasta el 25 de abril pasado 579 créditos aprobados, pero sus solicitantes enfrentaron numerosos desafíos para poder acceder al financiamiento de las soluciones habitacionales.

Los postulantes acceden al financiamiento a través de las instituciones bancarias, financieras, cooperativas y, por ende, deben cumplir con una serie de requisitos que ponen las mismas a los interesados para convertirlos en “sujetos de crédito”. Sin embargo, es en esta fase en la que tropezaron con la mayoría de los obstáculos.

La banca de segundo piso espera ahora, por medio de herramientas como el Fondo de Garantía para la Vivienda (Fogavi), mejore “el apetito de riesgo” de las instituciones financieras para otorgar créditos. Paralelamente, hay gran expectativa de la demanda que se pueda generar con las nuevas modalidades de acceso y refacción de viviendas.

Los resultados de la versión original

Fernando Lugo, gerente general de la Agencia Financiera de Desarrollo, en entrevista con ABC, precisó que de los 579 créditos aprobados hasta el 25 de abril pasado, 306 los otorgaron a través de la plataforma de Che Roga Porã, mientras que 273 por medio del programa de fondos propios del Banco Nacional de Fomento, que utiliza las mismas condiciones de financiamiento: créditos de hasta G. 500 millones, al 6,5% de tasa de interés anual y hasta 30 años de plazo.

No obstante, los préstamos desembolsados efectivamente entre julio de 2024 (lanzamiento del plan original) y abril de 2025 (corte parcial) fueron de G. 5.538.455.869 (casi US$ 700.000 al cambio actual), según los datos oficiales provistos por la institución.

“Hay que recordar que, para que se llegue hasta el desembolso, se tienen que dar una serie de requisitos. No solo el cliente debe estar aprobado por la institución financiera, sino que el proyecto tiene que llegar a un mínimo de preventa. Una vez que se complete esta instancia, también se tiene que constituir la fiducia (contrato fiduciario) y la póliza de seguros. Todos estos requisitos son necesarios para que se concrete el desembolso”, explicó.

Sobre este punto, Juan Garcia, encargado interino de Relaciones Comerciales de la AFD, detalló que todo este proceso ha sido crucial y de respaldo para que los proyectos disponibles “sean los mejores y cumplan todos los requisitos”.

Juan Garcia, encargado interino de Relaciones Comerciales; Fernando Lugo, gerente general; y Gerardo Ruiz Díaz, miembro del Directorio de la AFD.

Fondeo para Che Roga Porã

Gerardo Ruiz Díaz, miembro del Directorio de la Agencia Financiera de Desarrollo, recordó a ABC que Che Roga Porã se fondeó inicialmente a partir de una emisión de bonos por G. 70.000 millones, que fueron captados por el Banco Nacional de Fomento; además de recursos propios de la banca de segundo piso, con los que se logró sumar alrededor de G. 280.000 millones (más US$ 35 millones al cambio actual). Mencionó que a esto se suma una donación de la República de China (Taiwán) de US$ 5 millones.

Según datos complementarios del MUVH, el fondeo del programa habitacional logró alcanzar US$ 55 millones.

Agregó que, próximamente, el Ejecutivo enviará al Congreso el proyecto de la “línea de crédito” de US$ 200 millones que se negoció con el Export-Import Bank de Taiwán, que busca fortalecer el financiamiento de Che Roga Porã.

En enero pasado, el mandatario Santiago Peña aprobó los términos y condiciones del contrato de préstamo entre la institución financiera Taiwanesa y la Agencia Financiera de Desarrollo.

“Se trata de una línea de crédito que se va a ir utilizando según necesidad. El contrato ya fue suscrito, pero como es una deuda con garantía soberana, tiene que pasar por aprobación parlamentaria. La idea es que, una vez utilizados los recursos disponibles, se vayan pidiendo los desembolsos de ese empréstito con el banco de Taiwán”, aseveró.

Aclaró que así que la ejecución de los recursos disponibles se mide con base en los desembolsos realizados, que hasta al cierre de abril (corte parcial) sumaban G. 5.538.455.869 (casi US$ 700.000 al cambio actual).

 Oficina Che Roga Pora, Mcal Lopez y Brasil.
Oficina Che Roga Pora, Mcal Lopez y Brasil.

Ambicioso objetivo tras relanzamiento

Respecto al “ambicioso” objetivo de financiar más de 1.000 viviendas por al menos US$ 40 millones este año por medio de Che Roga Porã, haciendo el cálculo sobre la base de un ticket de G. 300 millones (más de US$ 37.500 al cambio actual) por cada solución habitacional, el miembro del Directorio de la AFD señaló que será alcanzable mediante los “nuevos destinos de financiamiento” que se plantean con la versión “2.0” del programa.

Destacó que el programa original solo se permitía la adquisición de viviendas “en pozo”, en desarrollos inmobiliarios específicos, que restringía la demanda.

“Ahora, tenemos una oferta de financiamiento mucho más ampliada, con muchos más destinos. Por eso, esperamos que las solicitudes continúen incrementándose significativamente”, manifestó.

Según los datos de la banca de segundo piso, de 400 visitas a la plataforma con el plan original, ahora el promedio subió a 2.000 por día. La modalidad que más registró interés es la construcción de la vivienda en terreno propio, que hasta el 25 de abril ya ingresó 1.600 solicitudes.

Modelo de casa del proyecto "Che roga pora".
Modelo de casa del proyecto «Che roga pora».

El desafío de ser considerado un “sujeto de crédito”

Ruiz Díaz reconoció que no siempre la cantidad de solicitudes se refleja en el número de aprobaciones, porque los postulantes deben cumplir una serie de parámetros crediticios de las instituciones financieras suscritas al programa, que son las que “finalmente asumen el riesgo de la operación”.

Recordó que la AFD disponibiliza los recursos (a una tasa del 5%) a las instituciones financieras para que “calcen” y se puedan sostener las condiciones crediticias actuales, pero el riesgo siempre es de la entidad financiera otorgante del crédito.

“Además de una garantía real, bajo un esquema de fiducia (contrato de fiduciario), ahora ofrecemos los recursos del Fondo de Garantía de la Vivienda (Fogavi) a fin de facilitar el acceso a financiamiento de esa vivienda. Esta herramienta nació como una figura complementaria”, explicó.

La Agencia Financiera de Desarrollo tiene la “ambiciosa” meta de financiar más de 1.000 viviendas por al menos US$ 40 millones este año.
La Agencia Financiera de Desarrollo tiene la “ambiciosa” meta de financiar más de 1.000 viviendas por al menos US$ 40 millones este año.

Cómo abordar los desafíos de acceso al financiamiento

El miembro del Directorio de la AFD mencionó que Che Roga Porã es un programa en constante “retroalimentación”, por lo que ya tuvo varias modificaciones para facilitar el acceso a la vivienda.

Recordó que, en principio, todo estaba parametrizado con base en los requisitos de la plataforma. Sin embargo, ahora, aunque el portal no pueda constatar los ingresos del solicitante, este puede acercarse directamente a la institución financiera con la que desea trabajar y presentar los documentos que avalen sus ingresos para acceder a su vivienda.

Explicó que por medio de estas “innovaciones” fueron aumentando las aprobaciones. “Por eso, también nació el Fogavi, como un refuerzo, porque es la entidad financiera otorgante la que tiene que asumir los riesgos. Planteamos esta herramienta para hacer que la institución se sienta más animada a otorgar ese crédito”, añadió.

El Fogavi fue constituido inicialmente con US$ 30 millones, pero los pueden “apalancar” hasta cinco veces. “Podemos llegar a respaldar por valor de hasta US$ 150 millones”, agregó.

Aseguró que, tras el relanzamiento del programa, los próximos tres meses serán cruciales para determinar la dinámica que aprobaciones que tendrá Che Roga Porã 2.0.

La banca de segundo piso espera ahora que por medio de herramientas como el Fondo de Garantía para la Vivienda (Fogavi), se pueda “mejorar el apetito de riesgo” de las instituciones financieras para otorgar créditos.
La banca de segundo piso espera ahora que por medio de herramientas como el Fondo de Garantía para la Vivienda (Fogavi), se pueda “mejorar el apetito de riesgo” de las instituciones financieras para otorgar créditos.

Evolución

Juan Garcia, encargado interino de Relaciones Comerciales de la AFD, sumó que este es el “principal producto que ha registrado una constante retroalimentación y se ha ido ajustando”, permitiendo a los solicitantes armar sus carpetas de crédito y avanzando en el acceso al financiamiento.

Sobre este punto, el gerente general Fernando Lugo añadió que cuando un interesado no reúne los requisitos de alguna institución financiera por ciertas políticas de la misma, puede aplicar a través de otra con miras a acceder al financiamiento. “Como no queda rechazado, el cliente, eventualmente, pueda aplicar a cualquiera de las otras instituciones que forman parte de Che Roga Porã 2.0”. En general, manifestó que hay grandes expectativas en torno a la dinámica que tendrá este nuevo plan.


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