
Cuando la Justicia no actúa y no castiga a los culpables de los hechos de robos, es difícil pensar en un desarrollo social, sostuvo el obispo del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, en relación a los permanentes robos de animales vacunos en la zona. “Estamos ahuyentando a los inversionistas”, sostuvo el religioso. La inacción de fiscales y jueces hace que los pequeños ganaderos procedan a rematar lo poco que les queda de sus animales, ante el temor de perderlo todo.
El obispo Escobar lanzó duras críticas contra el deficiente accionar de la Justicia en el Alto Paraguay, durante una de las celebraciones centrales por el aniversario de Fuerte Olimpo. Alegó que, en esta comunidad chaqueña, varios pequeños ganaderos están rematando sus bienes debido al temor de perderlo todo en manos de los abigeos, quienes parecieran contar con el apoyo de las autoridades políticas y judiciales.
Desaliento a la inversión
“De forma permanente en la zona estamos pidiendo la construcción de caminos de todo tiempo”, dijo el monseñor. Explicó que esto busca atraer inversiones en la región y así soñar con el desarrollo de las comunidades. “Pero cuando hay robos, cuando hay abigeato y no se castiga, en contubernio con las autoridades locales e instituciones, no podemos seguir adelante y los inversores se van a ir”, aseguró el religioso.
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Lo peor, señaló, es que varias de estas instituciones de justicia no quieren escuchar a la gente. “La autoridad tiene la obligación de escuchar al pueblo, porque es el pueblo quien lo puso en ese cargo. Esto va para los uniformados policiales, defensores públicos, fiscales y jueces, quienes deben saber que son servidores públicos y están llamados a rendir cuentas al pueblo de sus gestiones”.
“Cuando las instituciones no funcionan y existe contubernio para mostrarse indiferentes ante el dolor de los demás, se vuelve un caos y eso está mal”, expresó el obispo Escobar ante numerosas personas en la Catedral de Fuerte Olimpo, varias de ellas pequeños ganaderos que fueron afectados por el robo de sus animales vacunos.
Rematar lo poco que queda
Domingo Machuca es uno de los tantos pequeños ganaderos que, al igual que René Gallagher y muchos otros, optaron por liquidar lo poco que aún les quedaba de sus animales vacunos, ante el temor de perderlo todo en manos de los abigeos, quienes parecieran contar con el apoyo de las autoridades locales y judiciales, tal como lo mencionaba monseñor.

“Tuve que tomar esta drástica decisión de vender todo, luego de que por varias generaciones mi familia se dedicara al rubro de la ganadería”, dijo el afectado. Relató que de manera casi constante y desde hace algunos años, venía siendo perjudicado por los abigeos, quienes con total impunidad hacen lo que quieren en la comunidad.
“En reiteradas ocasiones presenté las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes, quienes van, verifican las evidencias dejadas por los ladrones al faenar el animal, pero en ninguno de los casos se tuvo algún resultado positivo. Al contrario, pareciera que los abigeos se ensañan con uno precisamente por formular las denuncias y realizan de forma constante los robos”, relató.
“Anteriormente, solo los grandes ganaderos eran los más visitados por los abigeos; sin embargo, últimamente se roba hasta a una humilde mujer que apenas posee dos o tres lecheras para su sustento diario, y todo esto ocurre ante la vista de los representantes de la justicia”, denunció.
