
Familiares de pacientes denunciaron las condiciones deplorables que deben soportar a diario en el albergue situado en el Hospital Central. Los baños están clausurados y sin agua, las carpas están rotas y no soportan ni los fuertes vientos del invierno. “Nos engripamos todos acá”, lamentó la familiar de una asegurada.
Con carpas rotas, sin agua; con los baños clausurados y con escasas estufas, para soportar el frío intenso de los últimos días, mantiene el Instituto de Previsión Social (IPS) a los familiares de pacientes internados en su Hospital Central.
Los familiares lamentaron la deplorable condición del albergue. Las carpas están muy dañadas, llenas de agujeros y no resisten al menor viento, indicaron los parientes de pacientes, que en algunos casos están internados hace más de una semana en el sitio. Deben permanecer en el lugar de forma obligatoria, debido a que deben estar pendientes de la compra de medicamentos que el IPS debería proveer, pero que no tiene disponibles en sus farmacias.
Lamentan situación de espacios para acompañantes de pacientes
Valdovina Alderete llegó desde Encarnación para cuidar de su padre que llegó hasta el IPS desde la ciudad de Quiindy. Aseguró que no duermen nada por las condiciones de infraestructura de la previsional.
“Entra mucho viento por la carpa, nos engripamos todos, no está preparado el lugar para el frío”, apuntó.
Otro grave problema denunciado por las personas que pernoctan en el sitio es la constante inseguridad. Se roban mochilas, bolsos y todo tipo de pertenencias de los consanguíneos de los internados.
“No sabemos de donde viene la gente que roba, pero cuando tenemos que tramitar algún medicamento o ir al sanitario, le pedimos a otros familiares que nos observen las pertenencias, yo creo que instalando cámaras acá puede mejorar”, indicó Eliot Martínez.
Sanitarios móviles no alcanzan y baños del hospital, clausurados
Las personas que aguardan a sus familias en los albergues también reclamaron por la falta de servicios sanitarios en el IPS Central. “Los baños están clausurados, no tienen agua ni para lavarse las manos”, expresó Eliot Martínez.