
Hoy se cumplen tres años del magnicidio del fiscal de Crimen Organizado de Paraguay, Marcelo Daniel Pecci Albertini, en un atentado perpetrado frente a su esposa, la periodista Claudia Andrea Aguilera Quintana, durante el último día de su luna de miel en Colombia. La Policía y Fiscalía locales capturaron y condenaron a todos los autores materiales, pero los que ordenaron el crimen desde nuestro país aún siguen impunes. La familia de la víctima todavía reclama tener acceso a datos que vayan surgiendo en la pesquisa abierta en ambos países.
El fiscal delegado de Crimen Organizado del Ministerio Público de Paraguay, Marcelo Daniel Pecci Albertini, de 45 años de edad, fue asesinado de tres balazos en la cara en la mañana del 10 de mayo de 2022 en la playa privada del hotel Decameron Barú, a 30 kilómetros de la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, específicamente en las coordenadas 10° 14’ 26” N, 75° 36’ 23” W.
El funcionario paraguayo murió frente a su esposa, la periodista Claudia Andrea Aguilera Quintana, en ese entonces de 34 años, quien una hora antes del magnicidio anunció a través de las redes sociales que estaba embarazada.
El ataque fue perpetrado por el sicario venezolano Wendre Stil Scott Carrillo, de 30 años, alias Guácala (condenado en Colombia).
Este fue transportado hasta el lugar del atentado en una moto acuática manejada por su compatriota Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, de 27 años, alias Gabi (preso en Venezuela).
Siguieron a Marcelo Pecci y a su esposa en Cartagena
El matrimonio paraguayo fue seguido por toda la ciudad de Cartagena y luego localizado en el hotel de Barú por los colombianos Marisol Londoño Bedoya, de 48 años, alias Mari (condenada en Colombia), y Cristian Camilo Monsalve Londoño, de 24 años, alias Cristian (condenado en Colombia), quienes son madre e hijo pero que para el operativo criminal simularon ser novios.
Todos estos citados fueron contratados para el “trabajo” por el articulador colombiano Francisco Luis Correa Galeano, de 43 años, alias Monín (asesinado en prisión en Colombia).
Correa Galeano, por su parte, fue contactado para organizar el atentado por su antiguo compañero de celda, el colombiano Ramón Emilio Pérez Hoyos, de 46 años, alias Cachaco (condenado en Colombia).
En cambio, los que le pidieron a Ramón Emilio que preparara el equipo fueron su hermano menor, el colombiano Andrés Felipe Pérez Hoyos, de 40 años, alias Wilk (condenado en Colombia), y la mujer de este último, la colombiana Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, de 41 años, alias Margareth (condenada en Colombia).
La investigación en Colombia la inició el fiscal Mario Andrés Burgos Patiño, quien de hecho fue el que consiguió todas las condenas, pero en setiembre del año pasado fue remplazado por su colega Juan Pablo Fajardo Lanza.
En Paraguay, en tanto el equipo de trabajo que conformó el fiscal general del Estado, Emiliano Ramón Rolón Fernández, lo integran los fiscales adjuntos Matilde Elena Moreno Irigoitia y Manuel Nicolás Doldán Breuer.
Los investigadores son los fiscales Francisco Cabrera Sanabria, Christian José Ortiz Riveros y Carlos Alejandro Cardozo Pereira.
El sicario Francisco Luis Correa Galeano, considerado testigo clave del asesinato del fiscal Marcelo Pecci, fue asesinado en la cárcel colombiana de la Picota la madrugada del 3 de enero del este año, luego de ser atacado con arma blanca cuando se encontraba dentro de su celda.
El convicto cumplía una condena por los delitos de portación ilegal de armas con funciones agravadas, en concurso heterogéneo y sucesivo con amenazas contra un servidor público, en virtud al acuerdo, a una pena de seis años y seis meses de prisión.
Como supuesto autor del asesinato fue sindicado Zuleta Márquez Samuel, miembro de la organización criminal y narcomilitar denominada Los Paisas.