La investigación sobre el robo de las páginas de Napoleón de hace dos semanas empieza a filtrar sus primeros resultados. Dos de las cinco personas detenidas la noche del miércoles en el marco de la investigación en el Louvre fueron acusadas el sábado, según informó la policía cercana al caso, según informó la prensa francesa. Las joyas no se pueden vender en el mercado, pero su valor, según los cargos, puede rondar los 88 millones de euros y se teme que ya se haya intentado venderlas por separado.
Entre los denunciados se encontraba una mujer de 38 años, que fue detenida el miércoles junto con los demás sospechosos. El sospechoso, residente en La Clouriyove (Seine-Saint-Denis), fue acusado de estar implicado en una pandilla y en una asociación de pandillas.
Ocho detenciones hasta el jueves por el abogado Beis de París
Los dos hombres, dos ciudadanos de Auberiliers (Eine-Saint-Denis), de 34 y 39 años, fueron detenidos y detenidos el miércoles por la noche. Uno fue detenido en el aeropuerto de Rovisy, cuando intentaba volar a Argelia, y los demás en Aubervilliers (intentando escapar de Mali). Según el fiscal, todos tenían declaraciones sobre lo que, según el expediente, está bien establecido.
La detención del jueves «no estuvo relacionada con las palabras» de los dos acusados, sino principalmente con «algunos vídeos de vigilancia», afirmó el jueves el fiscal.
Lakity Respecto a las joyas de Balen, el fiscal explicó que la Oficina Central para la Eliminación del Decomiso Aduanero (OCBC) está investigando «mercados similares».
Entre las dudas de los investigadores está la posibilidad de que estas joyas sirvan para la venta de dinero o medios de comunicación en todo el país, afirmó la droga.
El 19 de octubre, unos ladrones irrumpieron en la galería Apolo del Louvre con simples radios y se llevaron las piedras. 8.700 diamantes, 34 páginas, 38 esmeraldas y más de 200 perlas, un diseño político francés.
El Louvre ha transferido ahora sus piedras más preciosas de la misma guerra al Banco de Francia, que almacena el oro del país de Francia, que almacena el oro de todo el país que tiene un museo.
Las acusaciones de protección ilegal del Louvre hicieron que el Senado invitara a comparecer al denunciante, el director del museo. Pensó en su responsabilidad y admitió errores evidentes, especialmente en la proyección de películas que no están disponibles en el extranjero. «Es una herida grande, hemos fracasado», pensó. Pero, de alguna manera, llegó a decir que él mismo ya había advertido sobre el envejecimiento de la arquitectura. También pidió crear un cuerpo policial dentro del museo.