
Un recorrido guiado por la sede clausurada de la penitenciaría Buen Pastor tuvo lugar hoy con acompañamiento del viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia y guardias penitenciarios que mostraron cómo es por dentro el que hasta esta semana fue el mayor centro de reclusión de mujeres de Paraguay.
El viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rubén Maciel, encabezó este miércoles un recorrido guiado para medios de comunicación en la penitenciaría del Buen Pastor, en Asunción, que fue clausurada definitivamente esta semana, luego de décadas como el principal centro de reclusión para mujeres en Paraguay.
El Ministerio de Justicia cerró el Buen Pastor el pasado lunes, luego de un masivo operativo de traslado de las más de 600 mujeres privadas de su libertad que albergaba la penitenciaría y que fueron remitidas a otros centros penitenciarios.
El recorrido guiado de hoy llevó a los reporteros a áreas de la penitenciaría clausurada como el sector de “máxima seguridad” que hasta hace unos años albergó a mujeres consideradas de alta peligrosidad como Carmen Villalba, una de las líderes del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo.
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Mujeres fueron trasladadas a otras prisiones
Antes del recorrido, el viceministro Maciel argumentó que el traslado de las mujeres privadas de su libertad del Buen Pastor a otros centros de reclusión permite resolver el problema de hacinamiento que registraba la cárcel de mujeres.
La mayoría de las internas del Buen Pastor fueron trasladadas al nuevo Complejo de Mujeres Privadas de su Libertad en la ciudad de Emboscada, donde – según explicó el viceministro – son albergadas por separado según su clasificación como procesadas o condenadas, algo que era imposible en el Buen Pastor.
Agregó que las instalaciones del Complejo permiten también tener separadas del resto de la población y tratar a las mujeres con problemas de adicción a las drogas, para ayudar a su recuperación.
Además, mujeres privadas de su libertad que están enfermas, embarazados o que convivían con sus hijos en el Buen Pastor fueron trasladadas al Centro Penitenciario Serafina Dávalos de la ciudad de Coronel Oviedo, que – según argumentó el viceministro – tiene una infraestructura y ambiente más favorables para la crianza de niños, además de estar ubicado cerca del Hospital General de Coronel Oviedo.
El Buen Pastor “va a quedar en la memoria”
El viceministro Maciel dijo que el Buen Pastor “va a quedar en la memoria” como “un recuerdo muy importante de cómo estaban estas mujeres y cómo no debemos volver jamás a estas circunstancias”.
El gobierno aún no ha anunciado qué uso se dará en el futuro al edificio que hasta esta semana era el mayor centro de reclusión de mujeres del país.